Es un tratamiento prescrito por un doctor de la clínica y administrado por personal clínico. Basado en miles de publicaciones, se ha demostrado que es un tratamiento capaz de activar el sistema inmunológico (inmunoterapia), de forma que protege el organismo liberando sustancias inmunoreguladoras (citoquinas), además de tratar el dolor y la inflamación.
Es eficaz en combinación con otros tratamientos para pacientes con enfermedades oncológicas diseminadas, problemas inmunológicos, óseomusculares, artrosis, fibromialgia, lyme, enfermedades neurológicas, depresión…
Se prescribe en diferentes patologías:
Tratamiento en enfermos con cáncer metastásico o diseminado (no local)
La hipertermia corporal utiliza una radiación infrarroja. Se basa en el aumento de la temperatura que induce a una fiebre artificial en todo el cuerpo. Esta fiebre activa las defensas y altera las condiciones intra y extra-tumorales. Mediante el calor, las células cancerígenas y enfermas se hacen visibles y más sensibles, por lo cual el sistema inmunológico puede atacarlas más fácilmente, por otro lado ayuda con el flujo sanguíneo y la vasodilatación lo cual complementa altamente la quimio o radioterapia.
Tratamiento para enfermedad de lyme
La hipertermia o aumento de la temperatura del cuerpo ayuda al sistema inmune a combatir infecciones: los virus y las bacterias no resisten una alta temperatura durante un tiempo prolongado. De hecho es una terapia que ayuda a combatir la Borrelia Burgdorferi, bacteria que causa la enfermedad de Lyme.
La razón obvia es que la fiebre de todo el cuerpo es beneficiosa para matar las bacterias – en este caso, Borrelia y co-infecciones mueren con el tratamiento de hipertermia que alcanza la temperatura necesaria. La bacteria borrelia muere a 39º.